Si un encargo se finalizara en un día… desayunaríamos elaborando una nueva estrategia de negocio, a mediodía lo mostraríamos a los clientes de nuestro cliente, a media tarde inventaríamos alianzas no remuneradas, intercambios de intereses y otros sustitutos de la inversión necesaria. Ya por la noche nos iríamos a dormir sin hacer ningún dibujo y creativamente exhaustos, pero a media noche nos desvelaríamos y sentiríamos la necesidad de levantarnos y diseñar compulsivamente durante 5 mintuos, puesto que todas las piezas ya encajan. A la mañana siguiente entregaríamos el proyecto.
Un buen diseño sólo puede existir como finalización de un proceso mucho más largo y complejo, que garantice y reinvente la continuidad del negocio de nuestro cliente y la reconexión con su mercado potencial. Lo que para nosotros ha sido siempre una fisofofía de trabajo, a día de hoy es un kit de supervivencia que deben compartir estudio y promotor, anteponiendo la empatía con el usuario final a otros valores subjetivos.
Serrano Brothers
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